domingo, 30 de mayo de 2010

Vistazos al Aleph

Miguel Ángel fue arquitecto, escultor, pintor, poeta y, también –como su contemporáneo Da Vinci– un avanzado anatomista, o, para ser más precisos, criptoneuroanatomista. En Scientific American se mira con atención un detalle de la garganta de Dios en la Capilla Sixtina.

En Revista Ñ, una crítica de la crítica, esa actividad, ya cosa, cada vez más trivializada.

En Frontera D, una modesta apología de los ilusionistas. (Aunque, fuera de la televisión, ¿cuándo fue la última vez que alguien vio a un mago en acción?)

viernes, 28 de mayo de 2010

[Un haikú]

rozo tu clítoris

sobre la ciudad
           
                llueve

martes, 25 de mayo de 2010

Fe: una traducción [Jill McDonough]

Downtown Crossing, en marzo: rosas, tulipanes,
narcisos en cinco cubetas de galón, acurrucadas
en la nieve. La rubia que las vende lleva puestos unos guantes rojos.
Narcisos: diez por dos dólares. Sus delgadas
cabezas cerradas como serpientes jarreteras, pinceles. Una chica –
dieciséis, asiática, confundida– pregunta en lento y decidido
inglés por los narcisos. ¿Quién podría culparla?
¿Quién pagaría dos dólares por hierba carnosa, con una como
lechuga bronceada en las puntas? La rubia junta sus dedos rojos
–la sombra de un pato, un gesto de chef francés– para ilustrar
floración, florecimiento. Ayudo, compro narcisos, me pregunto
si la chica es japonesa. Hablo algo de japonés, y podría decir
Sono hana ga… esa flor… ¿Alguna vez aprendí florecimiento?
Esa flor. Cerezos en flor de Tokyo, marzo. Esa flor
ahora un bebé, pronto una mujer. Ahora hay tres mujeres
comprando narcisos –¿nuestra florista contrató a la chica?– todas
reunidas, narcisos en una mano, con la otra haciendo la pantomima de florecimiento.
La chica mira de las cubetas a nuestros rostros, manos: narciso,
flor de la locura, flor del mudo entusiasmo. En la línea naranja del metro,
diez narcisos envueltos sobre mi regazo, el infalible japonés
en mi cabeza dice Mañana, esa flor gritará los buenos días.

lunes, 24 de mayo de 2010

Vistazos al Aleph

En Colombia se ha gestado lo más raro entre lo raro: un político con imaginación, pensante y –más raro aún– popular. Yo no soy optimista, pero, si no resulta efectivo, al menos entretiene.

En The Daily Beast, una entrevista con el artista francés Christian Boltanski –una suerte de José Emilio Pacheco para el arte conceptual –, a propósito de su última instalación “No Man’s Land”.

No, la música de Mozart no hace más inteligentes a las personas.

jueves, 20 de mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

La carne hecha idea y viceversa

En el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MuAC), se exhiben por primera vez en México algunas de las obras más famosas del artista cubano Félix González-Torres, figura clave del arte durante las dos últimas décadas del siglo XX.

De paradigma conceptual y manufactura minimalista, su obra, en esencia, se me antoja más cercana a la torcida rama del expresionismo. Y es que, a diferencia de Richard Serra, Sol LeWitt o Frank Stella, el minimalismo de González-Torres no es regodeo en la abstracción, ni un tratado del espacio, el color o la forma pura; su arte es denuncia, confesión, auscultación de la entraña (*El artista murió a causa del sida, como su pareja años antes que él). Aquí, el mínimo de recurso material sólo sirve para potenciar al máximo no una idea sino su núcleo: una emoción. La obra dentro de la galería brilla por su ausencia –sin el sentido peyorativo que comúnmente conlleva esta frase–; su escasez, casi omisión, señala precisamente eso: ausencia. El espacio vacío de la galería (del white cube), entre pieza y pieza, es metáfora de ese otro vacío más humano y visceral.

El arte conceptual tiende hacia el aislamiento con respecto a las grandes masas; es, en cierta forma –casi la que corresponde a su definición– un arte privativo de una elite. De tinte marcadamente político, en este artista cubano hay un intento de democratización: el espectador puede llevarse la pieza a su casa, desenvolverla y hasta comérsela (como el caso de Placebos o Para un hombre en uniforme, hechas a partir de la acumulación de dulces y paletas). Un gesto que, no obstante, no llega a arte sino a artificio: la supuesta democratización se torna consumismo; la masa hecha más masa todavía.

Una de las piezas más conmovedoras: Untitled (Perfect lovers). Dos relojes de pared colocados contiguamente, echados ambos a andar al comienzo de la exhibición. Perfectamente sincronizados durante un tiempo al que todavía representan –y que en cierta manera contienen y controlan–, son metáfora del corto o largo idilio de los amantes. Luego el tiempo, el verdadero, recupera su hegemonía y sutilmente los desgasta. Minúsculas variaciones de la maquinaria, la baja de energía en las baterías, alguna variable física improbable pero posible, la enfermedad, la pérdida gradual del deseo, la distancia, la muerte, van erosionando la sincronía de los relojes/la perfección dual de los amantes, hasta quedar por completo separados, si bien no en la dimensión del espacio, sí en aquélla completamente insalvable que es la del tiempo. La metáfora ahora completa.

Somewhere/Nowhere Algún lugar/Ningún lugar, nombre de la exposición. Equilibrio de los contrarios: blanco y negro, acumulación y extinción, concentración y vacío, objeto mudo y grito, regocijo e inconformidad, ternura y sufrimiento.

domingo, 16 de mayo de 2010

Vistazos al Aleph

Víctimas invisibles, un reporte pormenorizado de Amnistía Internacional sobre el movimiento incesante de migrantes en México.

En Revista Ñ, una breve divagación en torno a la traducción, inspirada por dos relatos de Borges.

En Frontera D, un artículo que da cuenta de cómo el desarrollo de la humanidad está determinado por el pulimento gradual que le damos a la piedra: del arma tosca para arrojar hasta el nanotubo de carbono.

Artesano

Con el hiperrealismo como estética,

atendiendo a cada nimio detalle,

en aislamiento cual Cézanne,

disciplinado,

paciente

–me tomo una vida para esto–,

esculpo, cincelo, tallo y pulo

mi esqueleto.

domingo, 9 de mayo de 2010

Vistazos al Aleph

En El Malpensante, Gary Kaspárov hace un recuento de las relaciones entre las supercomputadoras y el ajedrez. El artículo resulta insistentemente biográfico, algo inevitable cuando su autor es también protagonista de la historia.

Por el diez de mayo, una carta (y un retrato) de la poeta norteamericana Marianne Moore a su madre, publicada en The New Yorker.

Para mí, una casi genio del entretenimiento; sabe explotar la estética de lo-que-la-gente-quiere: glamour, sexo y muerte. Aunque no precisamente admire su música, tanta superficialidad sólo puede resultarme profunda. En LIFE, una compilación de fotos con los atuendos excéntricos de Lady Gaga.

viernes, 7 de mayo de 2010

Cuento de hadas

El polvo y las células muertas hicieron una segunda capa de piel, gruesa y pastosa como lodo graso. Espesas costras de legaña se formaron sobre las comisuras de los párpados, sellando herméticamente, como una estría de lava seca, los globos oculares. Los labios semejaban dos delgadas lascas de piedra pómez. Las uñas crecieron hasta perder su rigidez, formando apéndices laxos, oblongas acumulaciones de queratina que daban a las manos un aspecto tétrico, como si fueran los dedos los que se hubieran desarrollado igual que hongos en un tronco muerto. Se formaron úlceras y abscesos por la inmovilidad, y en los miembros inferiores hondas sombras de tejido necrótico devoraban músculo y hueso. Las moscas y sus larvas se aglomeraban en un orgiástico festín de carne muerta. El excremento, de tiempo atrás ya seco, continuaba flotando por la habitación en microscópicas partículas dispersas.

Al abrir la puerta, el olor lo golpeó como una bala que fuera desde su nariz hasta los bronquios.

Cuando el príncipe se acercó para cumplir con su épico destino, no pudo contener el espasmo en el estómago y vomitó sobre el rostro de la otrora bella que dormía.

jueves, 6 de mayo de 2010

Siguiendo un arroyo [D. Wagoner]

No lo haga, dice la guía turística,

si está perdido. Luego prosigue

a hablar de otra cosa,

tomando la salida fácil,

que es, claro, lo que el agua hace

con respecto a su flujo siempre

tomando cualquier dirección

que la tierra le haya dictado

mientras y desde que existe

incluyendo fluir sobre

el linde de una cascada

o simplemente desaparecer

bajo la tierra durante una larga oscuridad

antes de reaparecer

como un manantial muy lejos

de donde pensaste que estabas

y de donde crees estar

tal vez nunca se te ocurra

imaginar dónde

podría ser eso conforme avanzas cuesta abajo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Origami Basho


Mejor que un haikú

sería hacer una figura de origami,

minuciosos dobleces llenos de gracia

en vez de versos de 5-7-5.

Una rana con este papel,

que se zambulla en un viejo estanque

y otorgue

el instante, el calmo destello de percepción,

el ruido de agua:

la oportunidad para escribir

un haikú milenario.

domingo, 2 de mayo de 2010

Vistazos al Aleph

¿Pueden las neurociencias con el arrollador éxito de sus investigaciones– ayudarnos a comprender algo acerca de la creación literaria? ¿Sus hallazgos pueden ganar lugar al saber de las ciencias humanas? En el New York Times se reseñan algunos estudios recientes sobre el proceso creativo y la comprensión de textos literarios.

En Letras Libres, una breve pero contundente diatriba a la belleza de Carla Bruni. En la observación –y confesión– subjetiva del autor, se revela una dolorosa verdad que aplica a todas las mujeres narcisistas… y a los hombres que las aman.


The Adventures of Noam Chomsky. Buenísimo si se sabe un poco sobre la obra lingüística o las fabulaciones políticas del pensador más importante –aunque no por ello más representativo– de Estados Unidos.